Aunque los estiramientos y ejercicios localizados pueden ser muy efectivos para aliviar los dolores de cuello tampoco debemos forzar en exceso, ya que podríamos empeorar la situación
El dolor en el cuello es una molestia común que se produce cuando los músculos de esta zona del cuerpo se contraen o resienten, dificultando el movimiento de la cabeza.
La mayoría de los casos se producen como resultado de unas malas posturas al dormir o permanecer sentados, aunque también puede originarse por traumatismos y enfermedades crónicas como la artritis reumatoide.
La persona afectada puede llegar a verse incapacitada durante varios días, dado que la contracción muscular tiende a ser duradera y, además del dolor cervical, ocasiona dolores de cabeza y limitaciones del movimiento.
Sin embargo, es una condición benigna de fácil tratamiento que, con algunos remedios naturales, se puede mejorar en poco tiempo.
Teniendo en cuenta que puede producirse en cualquier momento, a continuación queremos compartir 6 buenas soluciones para que las apliques cada vez que te aqueje.
1. Aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda tiene activos antiinflamatorios y calmantes que pueden ayudar a reducir la rigidez y el dolor en el cuello.
Su aroma relajante controla el estrés que se produce por esta condición y, a su vez, ayuda a relajar los músculos.
¿Qué debes hacer?
- Toma un poco de aceite de lavanda con las palmas de tus manos, frótalas entre sí, y aplícalo sobre el cuello con un ligero masaje.
- Haz movimientos suaves durante 5 u 8 minutos y repítelo 2 veces al día si lo consideras necesario.
2. Ejercicios y estiramientos
Los ejercicios y estiramientos de los músculos son una gran solución para calmar los dolores y dificultades de movimiento que se producen en la zona cervical.
Estos ayudan a restaurar las funciones musculares, minimizando la carga que tienden a sufrir por los sobresfuerzos físicos.
¿Qué debes hacer?
Dedica varios minutos a hacer ejercicios de estiramiento para el cuello, tales como:
- Rotación circular de omóplatos.
- Extensión, flexión y rotación de la cervical.
- Estiramiento de los músculos pectorales.
- Fortalecimiento de los músculos de los hombros.
- Ejercicios isométricos.
3. Compresas con té de cáscaras de naranja
La infusión de cáscaras de naranja tiene propiedades relajantes y antiinflamatorias que facilitan el tratamiento de la tensión y rigidez en la zona cervical.
Su aplicación a través de compresas calientes ayuda a disminuir el dolor y las contracciones musculares causadas por este problema.
¿Qué debes hacer?
- Pon a hervir varias cáscaras de naranja en agua y, cuando obtengas un té, sumerge un paño limpio en el líquido.
- Asegúrate de comprobar que se encuentre a una temperatura apta para la piel y aplícalo sobre la zona dolorida.
- Repite su uso 2 o 3 veces al día.
4. Aceite de romero
El aceite de romero tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que, tras ser absorbidas, relajan los músculos resentidos del cuello.
Su uso mediante masajes mejora la circulación en la zona afectada y, en cuestión de minutos, brinda una agradable sensación de alivio.
¿Qué debes hacer?
- Aplícate una pequeña cantidad de aceite de romero y frótalo sobre el cuello y los hombros con suaves masajes circulares.
- Evita ejercer demasiada presión porque podría empeorar esta condición.
- Repite el tratamiento hasta 2 veces al día.
5. Tintura de árnica
La tintura de árnica es un potente relajante muscular que, usado de forma tópica, puede mejorar la salud de los pacientes con dolor en el cuello.
Su absorción reduce la inflamación y, a su vez, reactiva la circulación para lograr una rápida oxigenación de los músculos afectados.
¿Qué debes hacer?
- Agrega varias gotas de tintura de árnica en una taza de agua tibia y, en seguida, aplícala como cataplasma con la ayuda de un pedazo de tela de algodón.
- Úsalo durante 10 minutos, descansa y repite el tratamiento 2 veces al día.
6. Compresas de hielo
La aplicación directa de compresas de hielo es un remedio efectivo para calmar la inflamación y mejorar el flujo de la sangre en la zona resentida del cuello.
¿Qué debes hacer?
- Toma varios cubos de hielo, tritúralos y envuélvelos en un paño limpio o una bolsa, para hacer compresas.
- Aplícalo sobre las áreas doloridas y déjalo durante 5 o 10 minutos, hasta reducir la inflamación.
- Pasado este tiempo, aplícale un paño caliente para complementar sus efectos relajantes.
- Luego, descansa y repite su uso 2 veces al día.
¿Lista para probar estos remedios naturales? Si te aqueja un fuerte dolor en la zona cervical, elige cualquiera de estos remedios para conseguir una sensación de alivio rápida.
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